La Jordina trabaja en el Parlament y es madre de una niña de cinco años. La Senda es un alto cargo de la Generalitat, hija de unos ricos empresarios de Girona. Las dos son pareja y viven en un piso a las Ramblas de Barcelona, cerca de plaza Cataluña. Lo que la Jordina no sabe es que su pareja es una pieza clave en el proceso de independencia que está a punto de acelerarse. Lo que las dos ignoran es que hay quién está dispuesto a todo para impedir que la república llegue a puerto.
«La mujer sonrió: "Solo se puede hacer una cosa con las hormigas. Chafarlas".»
Es difícil ganar a quién está dispuesto a todo para conseguir la victoria, pero más difícil es vencer a quién está decidido a no rendirse nunca.