Rupit, en el Collsacabra, es un pueblo de origen medieval que aún conserva el aspecto encantador de sus cases de piedra de los siglos XVI y XVII.
Cuando llegamos a Rupit una de las cosas que llama más la atención, aparte de la belleza de sus construcciones y su incomparable entorno, es una pared que surge sobre una gran peña que domina el pueblo. Parece ser que la roca es el origen del nombre del pueblo, ya que en latín rupes es roca y es donde estaba el castillo.
Al abrigo de la peña rocosa donde se asientan los restos del castillo, Rupit mantiene la hegemonía medieval que lo hace atrayente: calles adoquinadas, casas rústicas de los siglos XVI y XVII, el peculiar puente colgante de madera, la iglesia barroca de San Miguel.
A pocos kilómetros un conjunto diseminado de masías, conocido con el nombre de Pruit, evoca los tiempos en que la riqueza iba ligada a la tierra.
Plaça Major, 6