Cada episodio de la serie dura cinco minutos, es auto conclusivo y está protagonizado por uno o dos personajes. Hay una intencionalidad de hacer consciente al espectador de un tiempo orgánico; los silencios ganan presencia y los diálogos son mínimos. Los marcadores de tiempo son también un motivo central a lo largo de la serie y habitualmente aparecen representados a través de un reloj o un teléfono móvil.