Maribel es una chica de alterne que trabaja en el Madrid de finales de los cincuenta. Una noche conoce a Marcelino, un hombre tímido y tranquilo que se enamora de ella sin darse cuenta, al parecer, de su condición de prostituta. Para Maribel se trata, en principio, de un cliente más, pero poco a poco empieza a sentirse atraída por el tímido provinciano, dueño de una fábrica de chocolate en Soria. Pili, Rufi y Niní, las compañeras de Maribel, truculentas por naturaleza, desconfían de esta relación y empiezan a sospechar que el provinciano podría ser un asesino. Cuando Marcelino le pide a Maribel que se case con él, deciden intervenir y alejarla de Marcelino y de su 'extraña familia': dos candorosas viejecitas que bien podrían ser cómplices del chocolatero en sus horrorosos crímenes.