Tom Selznick, el mejor pianista de su generación, ha estado retirado de la vida de concertista debido a su miedo escénico. Se dispone, años después de un concierto célebremente fallido, a volver a ponerse delante del público en un esperadísimo concierto en Chicago. Con el teatro lleno y el público expectante, Tom encuentra un mensaje escrito en su partitura: “Toca mal una sola nota y morirás”.