La calle de la Paraireria es la más corta y estrecha de la ciudad. Está documentada por primera vez en el 1301 y sus edificios son de origen medieval. Las casas están construidas con piedra de Banyoles. En su origen, vivían los paraires, uno de los gremios mas antiguos de la ciudad, que se dedicaba a preparar la lana porque después se pudiera tejer. 

La Plaza de la Font, de origen medieval, fue durante muchos años la plaza de la Vila. Su nombre es originario por una fuente, instalada al siglo XVIII que llevaba agua de extramuros.