
Este mes entrevistamos a Jaume Ripoll, cofundador de Filmin. La plataforma de streaming online tiene un catálogo de 14.000 títulos entre películas y series. Con él hablamos de Filmin, de las ediciones de festivales online a causa de la COVID-19, del Atlàntida Fest que es su propio festival y de muchas cosas más.
Se cumplen 10 años de vuestra primera suscripción. ¿Cómo y por qué nació Filmin? ¿Cuáles eran vuestros objetivos cuando creasteis la plataforma?
La idea nació el 2006, la compañía el 2007 y la plataforma el 2008. Fue un proceso de 24 meses casi hasta que vio la luz. Y en 2010, fue cuando llegó la primera suscripción que es lo que celebramos.
Los fundadores de la plataforma José Antonio de Luna, Juan Carlos Tous y yo, creíamos que parte del futuro del consumo audiovisual pasaba sí o sí por internet y esto quería decir que si nosotros, quiero decir la gente que trabajaba en el cine independiente en nuestro país, quería tener voz en este futuro tenían que crear su propia plataforma antes de que llegaran previsiblemente otras grandes compañías. Ni Netflix ni Apple existían en aquel momento, pero podíamos anticipar que esto pasaría. Entonces decidimos crear la compañía. Nace en el seno de la distribuidora de DVD Cameo. Pero decidimos que no se llamaría Cameo, sino Filmin e incorporamos otras distribuidoras dentro del accionariado que no están en Cameo para ampliar esta base. No solo habría títulos de esta distribuidora sino de otra gente que no fuese socia para poder dar un catálogo lo más amplio posible.
¿Qué sucede? Desde la idea hasta la realidad, tuvimos que superar obstáculos técnicos, de derechos y de negocio. Y estos tres obstáculos son los que nos hicieron sufrir o trabajar estos años hasta el 2010.
Filmin fue la primera plataforma de cine y series online en España. El panorama audiovisual ha cambiado mucho, sobre todo con la llegada de más plataformas, pero vosotros seguís aquí. ¿Qué os diferencia de otras plataformas?
Filmin tiene algo diferencial. Por un lado, por el contenido que tiene, el 90% diría que es exclusivo. También por el tipo de cine y series que estrenamos y la conexión con el territorio, esto es importante. Es como una plataforma kilómetro cero que entiende y apoya a los jóvenes realizadores catalanes, españoles y que trabaja con las universidades e instituciones del país, con los festivales como el DA, el Docs, la Mostra de Dones y otros. Y esto nos hace diferentes, tener cierta personalidad. Y hay una serie de subscriptores, que afortunadamente cada vez son más, que entienden o disfrutan de esta propuesta. Habrá gente que se decantará más por las pelis o las series, a algunos les encantarán a otros no tanto, pero esto es así. Es como cuando vas al mercado y hay una tendera que sabe tus gustos, los entiende y te recomienda esto que es bueno y tú te fías. Hay esta idea de confianza y complicidad que es la que trabajamos con los subscriptores.
¿Qué contenido de vuestro catálogo crees que funciona mejor?
Es un cúmulo, algunos te dirán que son las series como The Virtues o Inside No. 9, otros que el cine clásico de la Metro Goldwyn Mayer, la Universal o los clásicos europeos, ...Creo que hay diferentes tipos de espectadores y cada uno de ellos disfruta de una parte. La clave de Filmin es que es como si fuera un mosaico, juntamos diferentes piezas de gustos audiovisuales.
Desde el principio habéis mantenido acuerdos con diferentes festivales para ofrecer parte de su programación online, ¿cómo nació este acercamiento a los festivales y esta intención de trabajar con ellos?
Filmin ha colaborado con festivales desde hace muchos años y de hecho tenemos el nuestro propio que es el Atlàntida Fest. Este año celebramos también diez años. Con Docs Barcelona ya trabajábamos, teníamos una pequeña sección online en la plataforma. ¿Que se ha hecho diferente este año? Pues que no ha habido la posibilidad de hacer una edición física de festivales como el Docs, el DA o la Mostra de Dones. En este caso, hemos puesto todo nuestro equipo a disposición del festival.
Al principio fueron ellos los que se acercaron a nosotros. Fue muy fácil y fluido. Aquí hemos ganado todos, ellos porque han podido hacer sus ediciones y han ganado visibilidad nacional festivales que quizás estaban adscritos al territorio. Han ganado los creadores que han podido comercializar y dar visibilidad a unas obras que quizás no habrían tenido tanta. Los distribuidores porque han ganado un retorno económico que no tendrían. Y quien más ha ganado son los espectadores, sin duda, porque son los que por un precio muy bajo que es la suscripción de Filmin, tienen todos estos festivales.
¿Crees que habrá una continuidad, que más festivales que se animarán a hacer programación online?
Sí, hemos anunciado el festival de Huelva que se hace en noviembre. Tenemos el festival de cine alemán y el de cine coreano en junio, el Festival de Cine LGBTIQ de Asturias del Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer que empieza a finales de junio. Skyline Fest de Benidorm en julio. Tenemos un calendario muy apretado de eventos.
También habéis creado el Atlàntida Fest que este año celebra su décima edición como comentabas. ¿Por qué surgió la necesidad de tener vuestro propio festival?
Nació hace diez años cuando no había festivales online. Es el primer festival online que se crea en el país. Y la necesidad era muy clara, poner el foco en unas películas que sin el festival no tendrían visibilidad, ni por parte de los medios ni por parte de los usuarios. Y que de alguna manera tendrían esta pátina de prestigio que da estar dentro de un festival. Que después puede tener un impacto relativo o trascendente en los espectadores, pero, en cualquier caso, era importante que estuviera y más diez años antes cuando internet no tenía el prestigio que puede tener ahora.
Hace cinco años cuando decidimos ir a Mallorca, la decisión vino dada porque nosotros también apostamos por lo que es físico, lo presencial. Y creemos que es fantástico si se puede hacer, combinar los dos formatos. El éxito rotundo de Mallorca y cada año el incremento exponencial de espectadores, nos animó a hacer esta idea tan ambiciosa de un festival mix entre Mallorca y online. El Atlàntida ha estrenado películas antes de que llegaran a las salas de cine como El desconocido del lago de Alain Guiraudie, Stories We Tell de Sarah Polley o Alps de Yorgos Lathimos, entre otras. Estamos hablando de películas de un primer nivel mundial. En este país nos ha faltado poder disfrutar de este contenido con un acceso muy limitado.
Siempre habéis apostado por los jóvenes creadores y creadoras y también por el contenido más próximo por ejemplo con Filmin.cat también que es una plataforma de apoyo al cine hecho aquí. ¿Es por esta razón que nació Filmin.cat?
También nace con un acuerdo de colaboración con ICEC y la Consellería de Cultura que en aquel momento estaba encabezada por Santi Vila. Había una vocación o voluntad muy clara de institucionalmente apoyar a una plataforma íntegramente en catalán, pero no solo por el idioma sino también la curaduría. Es decir, hay un trabajo editorial detrás, programando, seleccionado, acercándose al talento y a festivales catalanes que quizás por su dimensión no pueden llegar a todo el territorio del estado, pero sí que pueden hacerlo en el territorio catalán. Y enmarcado en esto, por supuesto, el apoyo a los jóvenes talentos. En Fimin.cat lo hemos hecho estrenando cortometrajes o películas, y por supuesto trabajando con el cine catalán codo con codo porque para nosotros es una parte fundamental.
Con esta pandemia, ¿ha cambiado mucho el consumo de vuestra plataforma en usuarios o han cambiado los dispositivos a través de los cuales la gente ve vuestro catálogo?
Ahora ya no. Porque con el desconfinamiento y pudiendo salir, ir a terrazas y ver a los amigos, aunque sea con distancia social, la gente sale más. Pero al principio, en marzo y en abril especialmente, sí que se notó un repunte exponencial en el número de visionados y de subscriptores, pero con menos intensidad. Y en cuanto a los dispositivos, se ha notado y era obvio que los móviles perdieran peso versus las tablets. Las televisiones y ordenadores siguen igual. Mayoritariamente, la gente ve Filmin a través de la televisión, después el ordenador y por último las tablets y los móviles. Los móviles han vuelto a repuntar, señal de que hay gente que se está volviendo a mover.
Y en cuanto al criterio de qué veían, sí que es cierto que a principios de marzo y finales de febrero se notaba más gente que veía cosas sobre pandemias, virus y catástrofes: Utopía, Fase 7, Take Shelter, The Road...Pero creo que a medida que la pandemia ha ido adquiriendo gravedad y se dieron cuenta que ya no era ninguna broma, cuando la ficción se volvió real, la gran mayoría de nuestros espectadores huyeron de esta ficción para pasar a otra. Buscando escapismo u otro tipo de cosas.
¿Qué ha supuesto para vosotros esta pandemia? A nivel tecnológico, por ejemplo.
Tuvimos que invertir en nuevos servidores, reforzar toda la capacidad de streaming, hemos ampliado el equipo, tenemos más personal trabajando. Hemos contratado tres personas más a lo largo de estos meses. No ha sido fácil. Hemos cambiado ordenadores también y todos estamos teletrebajando. Estamos hablando de una compañía de 30 personas y no es sencillo porque son tres meses ya, lejos los unos de los otros, quieras que no hay cosas que se resienten. Por mucho que usemos Zoom. El teletrabajo tiene cosas maravillosas y tiene también carencias.
No solo ofrecéis contenido online ya estrenado sino también alguna vez estrenos simultáneos de cine, estrenos de series en exclusiva, ahora habéis creado The Filmin Times, ordenando films por acontecimientos históricos recientes de Europa. ¿Cómo nace esta última idea y es necesario innovar y ofrecer cosas nuevas siempre para atraer el público?
A mí personalmente The Filmin Times es uno de los proyectos que más ilusión me hace de los últimos años. Le tengo mucho aprecio. Es verdad que salió en un momento difícil porque a toda la parte formativa de estudiantes no hemos podido darle la difusión que, si no hubiera sido por la pandemia hubiera tenido. De todos modos, es un proyecto muy bonito. Es una iniciativa que nos permite innovar, hablar de las cosas que nos interesan, de la historia del cine, de la historia de Europa, de intentar recomendar de otra forma. The Filmin Times tiene un objetivo muy claro y es hacer una recomendación diferente de la que habitualmente se hace. Es un proyecto muy bonito que está teniendo un buen recorrido y esperamos que de cara a septiembre pueda dar un paso más, con más estudiantes y más docentes que lo puedan usar. Creemos que es una herramienta formativa poderosísima y que no hay ninguna otra en todo el territorio europeo, seguro.
¿Cómo funciona la gestión de derechos y licencias de emisión según los países? Por ejemplo, tenéis Filmin Latino que no ofrece el mismo contenido que aquí, ¿no?
Los derechos son territoriales, país por país en este caso. La gestión de los derechos por países es complicada y compleja. No es fácil hacerlo. Aquí tenemos 14.000 películas y series e intentar clonar esto es muy difícil. En Portugal tenemos 2000. Alí sí que es una compañía parte de Filmin, digámoslo así, pero en México no. La gestión y gobernanza pertenece al gobierno mexicano. Está nuestra marca, pero nosotros no lo llevamos. Y está más orientado a difundir el cine mexicano que el europeo. Y sí que nos gustaría tener más títulos en Portugal o en otros territorios, pero es tan difícil y tan costoso que creemos que es mejor centrarnos en un territorio y hacernos grandes o no encogernos para poder ir a otro territorio.
¿Cómo funciona la cuestión de los subtítulos y doblaje en lenguas diversas? ¿Es un tema que lleváis vosotros o ya vienen así del distribuidor? Puesto que hay películas que tienen diferentes opciones.
En muchos casos son los distribuidores los que nos ofrecen los subtítulos o el doblaje en el supuesto de que haya. Otros, son películas que quizás incorporamos nosotros de forma exclusiva o que son inéditas en nuestro territorio y en este caso hacemos el subtitulado en castellano y en algún caso en catalán, si lo creemos conveniente. Las series las doblamos, las películas las doblamos menos porque el coste es muy elevado.
¿Con los clásicos en 35 mm que se necesitan copias digitalizadas, son remasterizaciones para poder mantener la calidad?
Los másteres de hace 12 años que tenemos y que no hemos podido sustituir por cuestiones de limitaciones de equipo, pues son peores, más justos. Pero las copias que hemos ido adquiriendo en los últimos años son impecables y cada vez serán mejores. Se está haciendo un trabajo muy importante a nivel internacional de remasterización de clásicos.
¿Cuáles son vuestros planes de futuro?
En julio estrenaremos, para mí la mejor serie del año, El colapso (L’Effondrement), que es una serie francesa de ocho episodios que son ocho planos secuencia. Es estreno absoluto en nuestro territorio. Hemos rediseñado nuestra web y preparamos el Atlàntida Fest que se hará del 27 de julio al 2 de agosto en Palma y del 27 de julio al 27 de agosto en Filmin.
Haznos una recomendación a título personal de algún contenido que se tiene que ver sí o sí, o ¿es muy difícil escoger?
Depende del espectador y del estado de ánimo que tengas en el momento. Acabamos de estrenar dos películas de Nanni Moretti remasterizadas que son Abril y La habitación del hijo. Esta última te deja destrozado, pero Abril es una peli divertida y humana. La recuperé hace muy poco y es tan buena y se ve tan bien. Es un gusto volver a ver al Moretti clásico.