Este mes entrevistamos a Josep Cunill, nacido en Berga en 1957, es licenciado en Filosofía y Letras y profesor de Filosofía jubilado. Autor del libro Elena Jordi. Una reina berguedana en la cort del Paral·lel.
Cunill ha dedicado más de 22 años a la búsqueda y reivindicación de la figura de Elena Jordi, la primera directora de cine del estado español con la película Thais de 1918. Recuperamos de su mano la figura de esta pionera del cine, reconocida empresaria y actriz de teatro en el Paralelo, injustamente olvidada. Precisamente, la Academia del Cinema Català le ha hecho un homenaje en la Filmoteca de Catalunya y ha creado un itinerario sobre su vida. Puedes consultarlo aquí.
¿Cómo nació tu interés por la figura de Montserrat Casals i Baqué, más conocida como Elena Jordi?
En 1994, en una cena de amigos, mencioné a Elena Jordi y al acabar, una persona se me acerca y me dice que es descendiente lejana de ella. Las hijas de Elena Jordi murieron sin descendencia. Y esa persona me cuenta que cuando se hicieron cargo del piso de una de las hijas, dentro de un armario encontraron una carpeta con unas 50 fotografías que son las que aparecen en el libro y que he depositado en la Filmoteca para que se restauren, se puedan consultar y conservar. Inicialmente, me enamoré de estas fotografías, porque me descubrían una estética de la Belle Epoque y una mujer de una belleza singular. Yo pertenecía al Àmbit de Recerques del Berguedà que tiene una revista llamada L'Erol. El proyecto era hacer un artículo hablando de este personaje totalmente desconocido. Empiezo a buscar en los archivos de Barcelona, el Institut del Teatre, la Casa de l'Ardiaca donde está el archivo histórico de la ciudad y con cuentagotas, pero de manera constante, encuentro información sobre ella. Después de 4 o 5 años vaciando archivos, salió la primera edición del libro en 1999. Ya no había nadie que pudiera transmitirme memoria oral de aquella época. El hecho de que sus hijas murieran sin descendencia, cortaba también esta línea. Sí descubro después que Sempronio en alguno de sus libros, Permanyer y varios columnistas de Barcelona habían hablado de ella. A Sempronio lo pude conocer y entrevistar. Era un señor mayor ya. Es una historia bastante desaparecida de lo que era la memoria más inmediata. Y aquí comienza este trayecto que hace que, en 2021, como había desaparecido la primera edición, el Àmbit de Recerques me propusiera hacer una segunda edición.
¿Qué encontramos en esta nueva edición? ¿Hay mayor importancia del cine?
Que los archivos pudieran consultarse mucho mejor, porque ahora está casi todo digitalizado, cambia mucho la investigación de los años 90. Accediendo a muchas más hemerotecas he ampliado 30 páginas la nueva edición, sobre todo conociendo mucho mejor, ya no tanto quizás las obras que representó en el Teatro Español del Paralelo, sino giras por Cataluña que hacía con su compañía. Hay mucha más información. El camino de Elena Jordi tiene dos vertientes. Una la teatral. Es una chica autodidacta, que empieza a hacer papeles pequeños de damita joven en la compañía de Margarida Xirgu, que poco a poco va haciéndose conocida, pero que se circunscribe mucho al teatro de vodevil. Aun así, tuvo su propia compañía con su nombre y se hacía traducir los vodeviles al catalán. Encajaría dentro de un fenómeno barcelonés y del Paralelo.
En 1999 encuentro en revistas como El Cine, Arte y cinematografía o Mundo cinematográfico, que consultaba por qué daban información de los teatros, una noticia que pongo en la primera edición del libro. Y que dice: “Elena Jordi, la bella actriz vodevilesca se ha pasado al arte cinematográfico, produciendo, dirigiendo e interpretando una película que tiene por nombre Thais”. En ese momento, a aquello no le doy importancia, pero pensé: “¡qué fuerte, Elena Jordi aparte de actriz se atreve a sacar adelante una película!”. Éste es el camino en el que creo que ahora Elena Jordi ha tomado más importancia. En el contexto del teatro, ella no es la Xirgu, no saltó al teatro clásico, que se consideraba serio. Hizo vodevil en el Paralelo. Se reflejaba siempre en las modas de París, en el teatro de allí. Pero el cine mudo y el cine en general tiene muchos estudiosos en todo el mundo y aquí es donde, para mi sorpresa, la información que doy es recogida por una catedrática de la Universidad de Massachussets, Barbara Zecchi, estudiosa de cuestiones de género relacionado con el cine y una catedrática de una Universidad de México. Estas personas comienzan a fijarse en Elena Jordi. Y se habla de si podría ser la primera directora de cine en España. Para mí ha sido una gran ilusión que en 2021 y coincidiendo con la aparición de esta segunda edición del libro, tanto la Acadèmia del Cinema Català como la Filmoteca hayan hecho un homenaje a Elena Jordi y también a todas las mujeres pioneras del cine en Cataluña.
¿Crees que ahora es un mejor momento para que mujeres como Elena Jordi que han sido olvidadas sean recuperadas con más estudios?
Cuando inicio todo esto, Elena Jordi no deja de ser una chica de Cercs, cuyo padre tenía un pequeño negocio en las minas de carbón. Que se traslada a Berga, se casa, abandona al marido y se marcha a Barcelona con sus dos hijas. He luchado siempre contra los estereotipos que encasillaban a la mujer del Paralelo en aquellos momentos. Siempre se repite este tópico, chica pobre que viene de pueblo y que llega a Barcelona. Ya lo decía desde el principio, y ahora se ha podido confirmar con estudios de la minería en los que su padre aparece, que su familia tenía dinero. Ellas dan el salto a Barcelona y se instalan en un estanco de la calle Boqueria que no les pone alguien como unas mantenidas, sino que es suyo. En estos días hablando con gente de la Filmoteca y de la Acadèmia, les he dicho que, al estudiar a Elena Jordi, he descubierto una cantidad de mujeres pioneras increíbles que parece mentira que nadie les haya hecho un homenaje o tengan su libro. Por ejemplo, Lola Paris rodó unas 40 películas. Era la primera actriz de los Studio Films, donde Elena y Tina Jordi (su hermana) rodaron sus películas. Hay muchas mujeres pioneras que cada una debe tener su historia de lucha difícil y que tuvieron importancia. Lola Paris llegó a dirigir, creada por Studio Films, una escuela de cine para chicas. Son mujeres muy avanzadas de las que poco se conoce.
No soy historiador del cine, en todo caso pequeño biógrafo de Elena Jordi. A Esteve Riambau, director de la Filmoteca, le he preguntado si se están haciendo estudios sobre el cine mudo de Barcelona y que les conste a ellos no, muy pocos. Me decía que muchos estudios del cine aquí comienzan en la Guerra Civil, porque tiene mucha fuerza poética, dramática y política. En todo este período anterior, el esplendor del cual podríamos situar entre 1914 y 1929, se produce mucho cine mudo que debe competir con las grandes producciones de los estudios de Roma u otros lugares de Europa. Y Barcelona es una capital del cine mudo, con estudios como Studio Films en la carretera de Sants o Hispano Films en la calle Craywinckel, ahora ya desaparecidos.
¿Cómo entró Elena Jordi en el mundo del cine?
Todas las referencias de esta época las he sacado de gente como Miquel Porter Moix, a quien pude conocer, y Palmira González. Todos dicen que no era infrecuente que el teatro del Paralelo fuera la cantera para estas nuevas actrices. En el caso de la Jordi, nos movemos por hipótesis verosímiles, pero tampoco absolutamente probadas, parece que por Domènec Ceret, hombre de Sabadell que estaba vinculado al mundo del teatro y que llegó a ser director artístico en Studio Films. Él perteneció a la compañía de la Jordi durante una época previa a la aparición de ella en el mundo del cine en 1914-1915. Quería hacer una actriz catalana que a su vez pudiera recoger rasgos autóctonos, pero que también diera el tipo de las grandes actrices del cine mudo internacional. Siempre he pensado que probablemente Domènec Ceret o alguien de su entorno serían sus introductores. La cantidad de películas de la Jordi, y quizás hasta la calidad, es poca, hay otras actrices que hacen muchas más. Lola Paris y Consuelo Hidalgo hicieron juntas un ciclo en Studio Films de seis o siete filmes llamado Paris-Hidalgo.
El interés de la Jordi radica en su fuerte personalidad, que se atreve con proyectos muy potentes. En 1918 está a punto de estrenar un teatro con su nombre al principio de la Via Laietana, donde está ahora el ya cerrado Palau del Cinema. La prensa de la época ya decía que en la puerta estaba el rótulo Teatre Elena Jordi, pero parece que las obras se detuvieron. Se habla de un solar que valía medio millón de pesetas en 1917 y ella levanta un teatro en el año que hace Thais. En 1999 cuando en el libro pongo el recorte de esta noticia de la película, no tenía conciencia de que en 1918 la coloca como la primera mujer del estado español en dirigir una película. Hay esta especie de rivalidad entre Elena Jordi y la valenciana Helena Cortesina, su película es de 1921-22 (tampoco se conserva), la de Jordi es de 1918. Pero de Cortesina se sabían más cosas de la película: guionistas, actores,....a nivel de estudios de cine en toda España, siempre aparece Helena Cortesina con página propia, pero a pie de página está la nota que dice que hay un señor en Cataluña que dice que Elena Jordi dirigió una en 1918.
Encontré un artículo de junio de 1917 donde Francisco Madrid, periodista y escritor conocido, entrevista a Elena Jordi y ella cuenta que ya tiene una película acabada y da información: que se rodó en los estudios de Hispano Films en la calle Craywinkel, el director artístico era el hijo del gran escenógrafo del Liceo Francesc Soler Rovirosa, Alexandre Soler Marye. El operador era Jordi Robert, muy de moda en la época. En algún otro artículo se dice que Elena Jordi está rodando una película, pero que ha escogido actores que no son de su compañía y éstos se han enfadado. En la entrevista habla de nombres que han sido una sorpresa. Uno es el de Rafael Bardem, una familia conocida, que venía de la compañía de Rosario Pino, una de las pioneras del cine español. Gimbernat, venía de familia médicos, de la compañía del Romea. Habla de dónde salió todo el mobiliario, Almacenes El Siglo. Y le preguntan sobre el título, pero dice que no lo tienen. El escritor y periodista Josep Amich i Bert “Amichatis”, es el guionista. Ahora ya sabemos más de Thais.
¿Qué nos contaba Thais?
Lo ligaría con este carácter de mujer adelantada de la Belle Epoque. Elena Jordi se atrevía con obras muy potentes. A Margarita Xirgu la echaron del Teatro Principal del Paralelo cuando interpretaba la Salomé de Oscar Wilde. Elena Jordi, que en aquellos momentos formaba parte de la compañía de Xirgu como una damita joven, que salía al escenario, pero no decía nada, también hizo Salomé. En el 29 cuando vuelve a reaparecer, lo hace con una obra escandalosa, que en España sólo tres o cuatro primeras actrices muy potentes se atreven a representar: La prisionera de Edouard Bourdet que trata sobre la homosexualidad femenina, según los artículos de la época. Thais formaría parte de este tipo de obra sobre femme fatales. Es una novela de Anatole France y el guion se hizo a raíz de la ópera de Jules Massenet que la hizo famosa. Investigando vi que casi cada año se representaba en el Liceu. Igual la Jordi la vio allí. Thais es la historia de una prostituta, durante la época del Antiguo Testamento. Un santo místico se empeña en que debe salvarla y consigue hacerla ingresar en una orden religiosa. Pero cuando está allí, el místico resulta que se ha enamorado como un loco y quiere hacerla pecar. Entonces es cuando Thais muere diciendo que ha descubierto el amor a Dios que es superior al amor a los hombres. Hay quien ha querido ver una elección de temas de línea "ideológico-literaria" de Elena Jordi o de sus asesores. Pero no se sabe. Sí que es verdad que aparte de ser una potente empresaria, lo hace con temas muy delicados. A La prisionera la pasean por Cataluña. Encontré un artículo de Torroella de Montgrí donde casi queman el teatro.
¿Crees que como el vodevil era considerado un teatro menor y muy estigmatizado ha contribuido a que la figura de Elena Jordi no sea tan conocida ahora como debería ser?
Totalmente. Cuando intento acercar a Elena Jordi al mundo de la “academia” universitaria, a los estudiosos me refiero, todavía en estos momentos piensan que lo del teatro de vodevil no era teatro serio. Esto convierte a la Jordi en figura menor para determinadas personas. Este debate estaba totalmente abierto en su época, tanto que los grandes representantes del teatro catalán como Francesc Curet, autor de la Historia del Teatro Catalán, director de revistas prestigiosas de ese momento como El teatro catalán o Escena catalana, hace una cruzada terrible contra el teatro de vodevil porque cree que el vodevil, el cine y el Paralelo en general son los culpables de la muerte del teatro catalán. El vodevil estaba muy desprestigiado. Pero pongo en valor a Elena Jordi porque hay un momento en el que incluso los representantes del teatro catalán serio ceden ante su vodevil. No es totalmente alocado en el sentido de popular, sino que mantiene una elegancia. Lo del Paralelo en catalán no es verdad. Buena parte de lo que se hacía allí era en castellano. Bohemios y ricos iban por la noche de juerga, pero los teatros de vodevil eran de la gente popular. Y hay otro momento muy interesante en torno a 1914 en el que el Sindicato de Autores Dramáticos Catalanes se plantean la catalanización del Paralelo. E intentan dos campañas, primero en el Teatro Español donde llevan obras de Guimerà y otros autores y es un fracaso, no va nadie. Entonces, cuando Elena Jordi crea su compañía e intenta que sus vodeviles sean en catalán, esa misma gente, encabezados por Francesc Curet, llegan a admitir que quizá la catalanización del Paralelo la hagan con su vodevil.
Has participado en el homenaje de la Acadèmia del Cinema Català creando un recorrido por la figura de Elena Jordi que se puede consultar en su web. ¿Qué podemos encontrar?
Una de las propuestas que me hizo ilusión por parte de la Acadèmia fue crear este recorrido a partir de los lugares en los que ella tuvo presencia. El problema es que muchos de los sitios ya no existen. Propuse el estanco de la calle de la Boqueria, porque allí es donde empezó todo. Incluso he llegado a crear una especie de ente en torno a Elena Jordi “La peña del estanco”, que son personajes muy singulares: jóvenes intelectuales vinculados a la revista Papitu. Ellos son los primeros que cogen a Elena Jordi casi como la bandera de una batalla contra las costumbres y la moral conservadora. Este estanco está cerrado en estos momentos. Es una lástima. El otro punto es el Teatro Español en el Paralelo. Mucha gente desconoce que es uno de los más antiguos del Paralelo y de Barcelona, de 1880. Ahora es la sala Barts y fue el famoso Studio 54.
Otro lugar, ya en el mundo del cine, es la calle de Sants donde se encontraban los grandes estudios de la Studio Films donde las Jordi filmaron películas. El otro sería la calle Craywinkel donde estaban los estudios de la Hispano Films. Allí habría rodado su película Elena Jordi, ya que no tenía estudios propios, tenía que alquilarlos.
El cineasta David Casals-Roma está haciendo un documental, La voz de Thais, que pronto podrá verse, y también has participado en él. ¿El cine recupera a la primera mujer cineasta?
Hace unos cuatro años, se puso en contacto conmigo David. Siempre explico que de Elena Jordi no sabíamos ni dónde estaba enterrada. Ahora todo está digitalizado. Los archiveros del cementerio de Montjuic y de Les Corts me llaman un día y me dicen que han encontrado que Montserrat Casals Baqué está enterrada en el cementerio de Les Corts en una tumba que nadie paga la contribución y está en precario. Después de los casi cinco años de investigación que llevaba entonces, al ir allí, evidentemente, me emociono porque es un momento muy sentido. David toma esta “anécdota” y hace el guion de una chica que descubre a partir de la primera edición del libro la historia de Elena Jordi.
Judith Colell dijo el día del acto en la Filmoteca, que Elena Jordi merecería una película y que quería hacerla. Podría ser una película o una serie que recogiese un poco esta Barcelona del Paralelo a través de un personaje muy singular. La importancia de Elena Jordi es que tiene una vida de película.
Hay mucho misterio todavía alrededor de Elena Jordi, ¿crees se encontrará alguna copia de Thais algún día?
Te anticipo algo que lo digo con la boca muy pequeña. Estas películas mudas se distribuían, no debían doblarse. Las películas de Studio Films donde sale su hermana Tina Jordi, he encontrado que se exhibieron en América del Sur y Europa, por tanto, alguna copia podría haber. Me consta que David Casals y Barbara Zecchi han realizado exploraciones en filmotecas europeas, pero no se ha encontrado nada. Tenemos seis o siete noticias en las que se dice que la película está a punto de ser estrenada o que periodistas ya la han visto, entre febrero y abril de 1918, pero no he podido encontrar ningún sitio donde fuera estrenada. Éste es el misterio. Las revistas de la época, siempre hablan de la función inicial y después del estreno y dónde fue, pero es raro que no haya nada de Thais. ¿Y si no se hubiera estrenado? Coincide, descubro después, en junio de 1918 con cuando se quema Hispano Films. Allí no sólo estaban los estudios, había laboratorios, se conservaban las películas. Si fuera novelista diría que Thais es ya ceniza celestial y se quemó allí. Éste es el misterio que todavía tengo esperanza de poder aclarar. Serían cintas muy delicadas, si no se han conservado en algún sitio es muy difícil que su composición haya resistido tantos años. Ésta también es una parte del mito Elena Jordi.