L’Alternativa: “No es broma cuando decimos que el festival realmente hace visible lo escondido”.

29/11/2017

Entrevistamos a Tess Renaudo, responsable de la Sección Oficial y Patricia Sánchez, responsable de la Sección Profesionales de L’Alternativa, Festival de Cinema Independent de Barcelona.

 

Hace 24 años que nació el festival. ¿Cómo surge la idea de crearlo? ¿Cuál fue la chispa que encendió la mecha?

Tess Renaudo: Surgió de la necesidad de un espacio acogedor y humano donde descubrir un cine habitualmente invisible en una Barcelona post-olímpica. En esencia L’Alternativa sigue siendo la misma que cuando surgió. Una plataforma única de descubrimiento y lanzamiento de nuevos autores. Un lugar de encuentro y celebración para los amantes del cine.

Pero L’Alternativa ha ido evolucionando para irse adecuando a su contexto y a las nuevas necesidades detectadas. Del absoluto vacío que existía en sus inicios en cuanto a espacios de exhibición del cine más independiente, a seguir trabajando cuidadosamente para descubrir ese cine que aún no tiene el lugar que merece, a pesar de las nuevas ventanas abiertas. Defender la libertad creativa y la diversidad de miradas, reflexiones y modos de entender el mundo.

L’Alternativa se ha convertido en un espacio cada vez más participativo, defendiendo la participación activa de ciudadanos, profesionales, estudiantes y niños, el intercambio entre creadores y público, promoviendo la creatividad, capacidad reflexiva y crítica de la ciudadanía.

 

¿Qué valores queréis transmitir desde vuestros inicios y que aún siguen perdurando?

TR: Que es una oportunidad única de conocer y disfrutar de proyecciones y actividades que estimulan el aprecio por el cine, defendiendo la diversidad y la creatividad. Una programación coherente y con personalidad propia, indispensable para alcanzar un espacio de referencia en el circuito internacional. Ser una plataforma de descubrimiento con una programación mayoritariamente inédita en nuestro país en defensa de la diversidad cinematográfica internacional. Organizar actividades que se retro-alimentan y permiten responder a las necesidades e intereses de los diferentes perfiles: profesionales, estudiantes de cine, público general, público familiar. Defender la participación activa de ciudadanos, profesionales, estudiantes y niños, el intercambio entre creadores y público, y promoviendo la creatividad y capacidad reflexiva y crítica de la ciudadanía. Por último, si bien no menos importante, crear un ambiente cálido y trato personalizado que facilitan las relaciones personales y profesionales y la fidelización del público.

 

Durante estos años, ¿a qué retos os habéis tenido que enfrentar como festival?

TR: ¡A un presupuesto muy ajustado, seguido por recortes sobre un presupuesto muy ajustado...! Reinventarse para hacer igual o más, con menos. Mantener un equipo imprescindible, que evoluciona con el festival, a pesar de la precariedad económica. 

Patricia Sánchez: A la crisis económica se le unió la crisis de la exhibición cinematográfica. De repente hace no tantos años, el público tenía tanta oferta sin salir de casa y era tal la incertidumbre de lo que iba a pasar con sus puestos de trabajo, que le costaba acercarse a las pantallas que ofrecíamos. La forma de ver cine había cambiado considerable y casi repentinamente, así que también tuvimos que cambiar nosotros en la manera de ofrecerlo. El hecho de que el país comenzara sus recortes en inversiones culturales también nos afectó. No ser un festival de alfombra roja, sino azul, negra, verde o morada, y no querer cambiar su esencia, nos hizo vivir esa misma incertidumbre que estaba afectando a nuestro público.

 

​L’Alternativa ha apostado siempre por un cine comprometido e independiente, ¿cómo se refleja este compromiso en la programación del festival? ¿Cómo se eligen las películas que forman parte de la sección oficial?

TR: Previo a la selección hay una exhaustiva investigación de la producción internacional reciente. Esto da paso a un largo, caluroso verano de visionado, donde el equipo de selección ve alrededor de 2000 films, entre cortos y largos. Parte importante de esos films llegan a partir de nuestra convocatoria abierta, y otra parte llega por invitación del festival. Miramos muchísimos films del mundo entero, para confeccionar un programa amplio, novedoso, que muestra las tendencias y la evolución del cine independiente. Buscamos la energía y la creatividad en los márgenes de la industria, dibujando un camino entre el presente y el pasado, entre continentes, y entre lo personal y lo universal.

La sección oficial también nos permite, como programadores, explorar las sinergias que existen en el cine internacional, films como espejos y no como ventanas por las que nos evadimos de lo que nos rodea. Ponemos el énfasis sobre la representación de la realidad, siempre bajo el prisma de cineastas convencidos del poder creativo del lenguaje cinematográfico. Apoyamos aquellas obras y cineastas que se saltan las reglas de género, que se prestan a representar los tiempos que recorren, y esto permite trabajar con absoluta libertad y coherencia entre tema y forma.

 

Durante toda vuestra trayectoria, os habéis esforzado también por recuperar y dar a conocer a todos aquellos autores o películas que se crean al margen de los circuitos comerciales. ¿Creéis que a día de hoy es más difícil o más fácil tener acceso a este tipo de cine con los cambios que ha aportado por ejemplo internet?

TR: Desde luego es más fácil acceder hoy. Si llega la fibra óptica, puede llegar el cine, si sabes encontrarlo y sabes lo que buscas. Otra cosa es amar el cine como experiencia compartida, valorar la gran pantalla, tener la oportunidad de discutir con autores tras la proyección.

Pero, no obstante, si no fuese por la colaboración que tenemos con Filmin (ya desde hace 8 años), sería casi imposible encontrar online la mayoría de los films que proyectamos en L'Alternativa, legal o ilegalmente. No es broma cuando decimos que L'Alternativa realmente hace visible lo escondido.

PS: Creo que con el paso de los años hemos sabido adaptarnos a las facilidades que internet nos aporta. Si bien es cierto que hay una cantidad enorme de información entre la que tienes que abrirte paso para destacar, también es verdad, que compartir películas para ser visionadas es más barato y ecológico ahora que podemos prescindir del correo tradicional a través del cual los cineastas nos enviaban sus obras. Además, nacieron y crecieron plataformas afines a nuestros criterios que ofrecen la posibilidad de descubrir un cine que antes sólo podías conocer yendo a un sin fin de festivales o esperando a ver qué surgía de la convocatoria.

Este año la jornada profesional iba sobre la creación de etiquetas y de marcas. De cómo las usa el marketing y la prensa, pero también de la necesidad que hay en describir ciertos contenidos de películas para poder ser encontradas. No sólo internet como herramienta de distribución, también la democratización tecnológica, hicieron que la producción audiovisual aumentase, creando la necesidad de clasificar las obras para que “el usuario”, como en cualquier biblioteca, consiga llegar a lo que busca. Lo que puede ser por supuesto un arma de doble filo…

 

Como comentabais, colaboráis con Filmin ofreciendo parte de vuestra programación por esta plataforma, ¿cómo y por qué nace esta colaboración?

TR: Nace del deseo de ampliar el acceso en todo el territorio español a las obras descubiertas en el festival. Acercar el cine a los que no viven en Barcelona, lugares donde no hay festivales o salas que proyectan cine de arte y ensayo en VO.

PS: En nuestro afán de mejorar, crecer y atraer nuevos públicos, decidimos acercarnos al mundo profesional de nuestro sector, a través de generar el encuentro. Con este propósito nace la primera jornada de profesionales que en el 2010 tiene como título “Del cine a casa: internet y el cine independiente”. Jaume Ripoll, co-fundador de Filmin, es uno de los tres ponentes invitados. Filmin era la plataforma por la que todos debíamos apostar. Contenía un cine difícil de encontrar en las pantallas y era una alternativa a la piratería. Así que, en esa primera reunión con Jaume, para proponerle participar en la jornada de profesionales, le propusimos también esa colaboración para que nuestras películas pudieran ser vistas días después del festival en toda España. Y ocho años después, ahí seguimos, alargando L’Alternativa unos días más para todos aquellos que no hayan podido estar presentes en el festival.

 

​¿Vive el cine independiente o alternativo hecho en casa un buen momento?

TR: Sí, hay mucha creatividad, libertad y posibilidad. La última década ha visto una cierta democratización del cine gracias a la tecnología digital. La posibilidad de crear y exhibir su obra está al alcance de mucha más gente... los costes se han reducido y las formas de ver el cine se han multiplicado. Esta (r)evolución hace que las miradas se amplíen, desde el cine DIY hasta las grandes producciones. Permite más representaciones del mundo y menos hegemonía, y mientras siga habiendo gente inquieta y con necesidad de expresarse, el cine será un lenguaje imprescindible.

 

​Dentro del festival también hay toda una parte de actividades paralelas que cada vez tienen mayor importancia. Este año habéis celebrado la 8ª edición del encuentro para profesionales. ¿Por qué creéis que son necesarios este tipo de encuentros y en qué ayudan a crear más cine independiente?

PS: L’Alternativa Profesionales está dirigida a todos los profesionales de cine en todas sus ramas. Nace de la necesidad de crear el encuentro entre el sector, y no sólo para los creadores de cine independiente. En las jornadas se hablan de temas recurrentes para nuestro cine pero que también interesan a otros cineastas más clásicos o que trabajan con presupuestos más elevados. Además, intentamos que los temas no sólo atraigan a directores y productores, sino que sean también interesantes para distribuidores, exhibidores, programadores, gestores y periodistas culturales, docentes del audiovisual, etc. Así es como se crea el encuentro, que acaba con un vermut para seguir debatiendo tête à tète cómo vemos cada uno lo expuesto en la jornada. Además, se crean unos vínculos entre los agentes cinematográficos muy útiles para el futuro.

Y creo que acertamos, a esa primera jornada en la que invitamos a Jaume a hablar de Filmin, que consistió en hora y media y tres ponentes, la han seguido una gran cantidad de expertos que de hecho Jaume ha moderado en varias ocasiones, para ocho años después convertirse en un encuentro indispensable con 16 ponentes y actividades en paralelo como pitchings, mentorings y otras actividades formativas destinadas a los profesionales.

 

¿Cómo seleccionáis el tipo de actividades que ofrecéis a los profesionales?

PS: La selección de las actividades tiene que ver con los momentos que vivimos en las épocas en las que empezamos a organizar estas actividades. De las necesidades de información que tienen los profesionales, así como de exposiciones de debates que se crean en otras reuniones o encuentros en los que estamos presentes. También tiene mucho que ver, una vez se empieza a profundizar en el tema, con las secciones paralelas que se vayan a tener ese año, con los invitados con los que se pueda contar, los directores seleccionados en la sección oficial, etc.

De la idea que tenemos ahora de lo que será la jornada el año que viene, habrá muchas transformaciones propias del recorrido de la edición en la que trabajamos porque, además, en paralelo a la organización de L’Alternativa, nuestro trabajo también nos lleva a relacionarnos con esas necesidades e inquietudes que vive el sector.

Y esto no pasa sólo con la jornada sino también con los pitchings, masterclass, actividades paralelas e incluso los talleres que organizamos con las escuelas y a las que cada vez asiste público más diverso. Son actividades muy orgánicas que casi hasta el momento de su ejecución siguen vivas y abiertas a su intervención con la actualidad.

 

​El festival ha ido ampliando también el espacio para el encuentro y la participación activa de los espectadores. ¿Creéis que es importante implicar a los espectadores no solamente en el acto de ver cine sino de todo lo que lo rodea? ¿Y cómo os planteáis las actividades paralelas como mesas redondas, masterclasses, talleres para atraer al público y ofrecer un plus al hecho cinematográfico en sí?

TR: Desde siempre L'Alternativa ha trabajado para incentivar el acceso al festival a toda persona con interés en el cine, el lenguaje, la cultura - a gente curiosa, con ganas de descubrir representaciones no convencionales del mundo. Llevamos muchos años trabajando para facilitar el acceso del público, múltiples espacios para la formación, el debate y para la participación activa. También tejemos redes con escuelas de cine, asociaciones, revistas de cine y proyectos culturales, a fin de dar voz a la pluralidad y compartir las propuestas que surgen en nuestra ciudad y más allá. Además, tanto las secciones paralelas como las actividades que las acompañan - talleres, seminarios o masterclasses- nos permite seguir de cerca la trayectoria y obra de artistas que han marcado y siguen marcando en cine contemporáneo, y pensamos que sencillamente pueden contribuir al desarrollo creativo de artistas, cineastas y estudiantes locales.

 

Y relacionado con lo anterior, ¿es más difícil atraer al espectador simplemente a ver cine ahora que hace unos años?

TR: Los festivales permiten vivir un tipo de utopía fílmica durante una semana, con múltiples proyecciones, actividades, encuentros, debates y eventos en sinergia y simultáneamente. Creo que la euforia de participar en un festival y sobre todo con la calidez y accesibilidad de L'Alternativa, hace que crezca el público de cine que defendemos.

PS: Creo que los festivales en general son el encuentro al que asistir para ver cine “y algo más”. Sabes que vas a encontrarte con amigos, gente a la que hace tiempo no ves, colegas de profesión, etc., y que además tanto antes como después de la proyección de la obra que hayas elegido, puedes descubrir algo más que L’Alternativa haya dispuesto en su programación y que seguramente te haga descubrir a un autor/a, un tema, una iniciativa, etc., que no te habías imaginado siquiera que existía.

 

Desde hace unos años también incluís toda una serie de actividades y programación dedicada a los niños y niñas. ¿Es vuestra manera de acercar un cine diferente a los más pequeños?

TR: ¡Absolutamente! Contribuir a ofrecer herramientas para ser espectadores curiosos y críticos. Las proyecciones se acompañan con una serie de talleres familiares y colectivos, que permiten acercar el proceso creativo también.

PS: Es además una manera de acercar a niños y padres al festival que quizás de otra forma no podrían hacerlo, aunque hay veces que, por la programación del Hall, no necesariamente infantil, el espacio se llena de niños correteando por la moqueta mientras sus padres disfrutan de algunas piezas interesantes

 

¿Qué creéis que aporta L’Alternativa como festival a la ciudad de Barcelona y qué os aporta a vosotros la ciudad?

TR: Abrimos puertas y ventanas a representaciones del mundo, y Barcelona, como cuidad de puerto y balcones, ¡es una gran anfitriona!

PS: Todo el mundo quiere venir a Barcelona así que es muchas veces el valor añadido por el que cineastas y expertos aceptan nuestra invitación y podemos contar con su presencia en el festival.

 

¿Q​ué consejos darías quien quiera organizar cualquier tipo de evento relacionado con la cultura de carácter independiente?

TR: Un compromiso y una dedicación humana incondicional y creer que la cultura es una herramienta imprescindible para cuestionar el statu quo.

 

¿Qué valoración hacéis de vuestra larga trayectoria y en especial de esta última edición?

TR: ¡Estamos en el buen camino! Que tenemos que seguir luchando y forjando camino, aunque empinado.

PS: Ha sido una semana de felicidad y muestras de gratitud. El trabajo bien hecho da frutos y energía para la próxima edición.

 

¿Cuáles son los retos del futuro para L’Alternativa?

TR: Salir de la precariedad económica, poder respirar hondo, y hacer realidad todas las ideas que tenemos para trabajar en equipo y acercar obras y cineastas y compartirlo con el público.

PS: Sí, eso. Poder realizar muchas buenas ideas que tenemos en mente y que el público las siga disfrutando.

Últimas notícias

Herramientas de detección sobre acoso sexual, sexista y lgtbifóbico

Formaciones profesionales del Departamento contra los abusos de la Academia del Cine Catalán