SALIMA JIRARI: "HASTA QUE TODA LA INDUSTRIA Y EN SUS BASES NO SE ENTIENDA LA RIQUEZA QUE SE ESTÁ PERDIENDO POR LA DINÁMICA ACTUAL DEL SECTOR, NO TENDREMOS UNA INDUSTRIA VERDADERAMENTE DIVERSA, INCLUSIVA Y RICA".

31/01/2025

Este mes entrevistamos a Salima Jirari, consultora especializada en diversidad, igualdad e inclusión en el sector audiovisual con más de 10 años de experiencia en diferentes áreas del audiovisual. Con ella hablamos de su trabajo y en qué consiste.

¿Cómo empezó tu interés por el cine y el audiovisual?

Creo que fue un interés instintivo o intuitivo. Un interés genuino desde la posición de espectadora, donde empiezas a pensar: “¿Cómo se debe de hacer todo esto? ¿Cómo se hacen los anuncios? ¿Cómo se hacen las series? ¿Cuánta gente trabaja detrás”? Quizás incluso desde la adolescencia. Después sí que hay un momento en que decides si quieres estudiar o no y aquí ya sí que entran muchos factores en juego. Pero sí, diría que era más como una cosa no racional.

 

Eres consultora especializada en diversidad, igualdad e inclusión en el sector audiovisual. ¿Tenías claro desde el principio que querías hacer esto o es una cosa que te has encontrado? 

Lo cierto es que no. Y como todo el mundo que se dedica a la industria, he hecho de todo. Estuve muchos años trabajando en producción, estuve en la Barcelona Film Commission cuatro años. He estado ocho o nueve años en distribución de diferentes tipos de contenido. Me especialicé durante mucho de tiempo en adquisición y negociación de derechos y de licencias.

Y en el momento en que profesionalmente me lleva al rol de compras o de programadora, te das cuenta que de alguna manera hay una responsabilidad y que muchas veces tienes cierta preferencia por un tipo de contenido y no por otro. También que hay ciertas historias que tienen algo que incomoda, pero no es una incomodidad positiva, sino que dices: “hay algo que no va bien, pero que tampoco sé reflejar”. Y también, sobre todo como programadora, te das cuenta que tienes la oportunidad quizás de coger cinco o diez títulos, que tendrán una visibilidad que quizás los otros cien que has visto no tendrán y una posibilidad de transformar el imaginario, de generar un nuevo referente, de ampliar la mirada del espectador. 

A partir de aquí es donde yo, desde un interés individual, empiezo a formarme mucho en todo lo que interviene en estos procesos de decisión, en sesgos inconscientes y en toda esta cuestión. E hice este proceso formativo personal y, sobre todo, a través de centros formativos del Reino Unido y de los Estados Unidos. La pandemia, me ayudó muchísimo también, porque cursos que hacía mucho tiempo que quería hacer, de repente, pasaban a estar en línea y era una fantasía.

Empecé a adquirir mucho más esta mirada y esta capacidad de entender que realmente las historias detrás no solo tienen la estructura del guion o la de la producción, sino que hay una estructura narrativa que sostiene, perpetúa o rompe con una serie de estereotipos. A partir de aquí empiezo a recibir muchas consultas. Incluso antes de autodefinirme como consultora. Al principio eran cosas muy próximas. Una amiga que tenía un guion y quería mi feedback. Y desde el amor y la amistad lo haces, pero hubo un momento que era la amiga de la amiga de la amiga. Entonces aquí ya sí que realmente piensas: “he estado un fin de semana encerrada leyendo un guion”.  Y te das cuenta que es una cosa que se tiene que profesionalizar, y es verdad que es un rol que en otros países ya existía, no se acaba de inventar. 

 

Y te has encontrado que toda la formación, por ejemplo, la has tenido que hacer fuera como comentabas.

He hecho muchas y muy diferentes, y todas en Reino Unido o los Estados Unidos. Aquí no existía ni la formación, ni nadie que estuviera ejerciendo este rol. Ahora sí que somos dos o tres personas e incluso muchas veces compartimos dudas o nos encontramos porque, realmente somos tan poquitas que, la red también nos va muy bien. Y también creo que es interesante ver que hay más personas que nos estamos dedicando, porque da a entender también que quizás la industria está haciendo cada vez más este paso adelante de contar con estas figuras.

 

¿Y en qué consiste? Si nos pones un ejemplo de cómo sería tu trabajo. Suponemos que entras en fases muy iniciales del proyecto. 

Personalmente trabajo en diferentes fases. Sí que me cuesta mucho aceptar proyectos, a no ser qué sea una cuestión muy concreta, en fases rough cuts, por ejemplo. Acostumbro a decir que no, porque realmente entiendo que el margen de maniobra es muy limitado. También porque muchas veces la gente hace la consulta pensando que su duda recae en algo tipo: “es que me gustaría que revisaras esto porque hay un personaje racializado”. Y de repente, revisando el proyecto, ves que también hay, me lo invento, una narrativa que perpetúa la violencia sobre los cuerpos LGTBI+ y que quizás no había esta conciencia. Muchas veces surgen cosas que no son por las cuales tú al principio entras en el proyecto. Que ya consiste en esto, en descubrir realmente qué está perpetuando tu proyecto y tomar conciencia. Y una vez tomas conciencia, decidir si lo quieres perpetuar o no. 

Para mí, lo ideal siempre es trabajar cuando el proyecto todavía está en fase de desarrollo. Sobre todo, en primeras versiones de guion, porque realmente hay la oportunidad, de entre lo que me ha dicho el asesor de diversidad o lo que me ha dicho el Script Editor, reescribir. Y aquí también es donde tiene más sentido este trabajo. Y ves proyectos que realmente cambian y evolucionan mucho y, de repente, hacen un giro radical. Esto también es muy chulo.

 

¿Y qué dificultades te encuentras a la hora de realizar este trabajo? Suponemos que si consultan contigo ya son receptivas, pero ¿bastante receptivas?

Lo que más me estoy encontrando es quizás diría dos perfiles. Uno que realmente sí que ya intuye y tiene muchas dudas y dice: “ay, es que creo que este personaje o esta narrativa...”. Y cuando se parte desde esta intuición, ya hay mucho ganado. El trabajo aquí es muy rico y fácil y cuando señalas algo, no cae de nuevo.

Después quizás en un grado más bajo, pero también me lo encuentro, creadoras o productoras que buscan más una validación. Es verdad que si se encuentra esta validación todo va bien, pero sí de repente señalo cosas de las que no eran conscientes, ya aparece un malestar. Situaciones como: “Ostras, ya lo tenemos todo escrito, le pasaremos a la Salima simplemente para que nos confirme que está todo bien”. No que está todo bien, porque las cosas no están ni bien ni mal, pero que no están patinando en nada. Y si, de repente lo señalas, pues hay como esta tensión. No es lo que más me encuentro, pero creo que estaríamos entre estos dos perfiles.

 

También haces formaciones y talleres sobre esto, ¿en qué consisten? ¿Vas a grupos o particulares, productoras? ¿cómo es?

Un poco de todo. Trabajo en muchas residencias y laboratorios, en muchos programas de desarrollo, tanto nacionales como internacionales. Y en estos espacios, lo que hago es talleres, sobre todo, de toma de conciencia de sesgos inconscientes. Porque estos talleres permiten, muchas veces, entender desde otro lugar y no desde tu proyecto. Puesto que a veces es muy frágil entrar a hablar del proyecto, aquel bebé al que estamos dedicándole tantas horas y que estamos intentando levantar. 

Los talleres permiten entender, que el proceso creativo no es tan puro y genuino como muchas veces pensamos. El proceso creativo se alimenta de toda una serie de cuestiones que llevamos en la mochila. Muchas veces, estos talleres lo que plantean es la idea de abrir esta mochila y analizar qué tenemos dentro. Porque cuando estamos en un proceso creativo y necesito, aquello típico, para que la trama avance, que haya un robo. ¿Quién puede cometer este robo? Automáticamente a todas nos vienen dos o tres caras a la cabeza. ¿Por qué nuestro cerebro ha ido a estas dos o tres caras y no ha ido a otras? Esta programación previa de la manera en que imaginamos, creamos ideas o las vamos construyendo, es muy interesante empezarla a cuestionar. ¿Por qué estas caras? ¿Me interesan estas caras porque quiero explicar, hacer una crítica o mostrarlo de este modo? ¿O estoy reproduciendo simplemente estas caras porque las he visto tantas veces en este personaje que simplemente lo reproduzco y ni me estoy dando cuenta de esto? Los talleres y formaciones son en este sentido.

Dentro de muchos talleres y de residencias también hago trabajo individual en cada uno de los proyectos. Después también trabajo con muchas productoras de manera individual, tanto para hacer análisis de guiones y para trabajar en algún proceso creativo, en algún proyecto en desarrollo de series, largometrajes o lo que sea, como también para hacer estos talleres a todo el equipo. O, sobre todo, muchas veces se hacen a productoras ejecutivas y los cargos de liderazgo o más creativos. Las personas que estarán en el rol de producción, de dirección y guion de un proyecto. Y también los he hecho alguna vez directamente con las productoras.

 

¿Cómo crees que tiene que cambiar el audiovisual para ser más inclusivo y sostenible a nivel social?

Creo que falta mucho trabajo por hacer. Empiezan a haber muchas iniciativas, pero creo que son la punta del iceberg. Está coexistiendo un momento en el que mucha gente tiene la sensación que ahora todo es diversidad. Pero a pesar de esto, tengo la sensación que todo lo que está pasando, todos los programas que se están haciendo, becas y cosas así, al final acaban siendo la punta del iceberg y sí que es verdad que tienen un gran poder transformador, pero muy limitado. Realmente, hasta que toda la industria y en sus bases no se entienda la riqueza que se está perdiendo por la dinámica actual del sector, no tendremos una industria verdaderamente diversa, inclusiva y rica.

En términos de qué habría que hacer, creo que, por un lado, hay una manera muy sesgada de entender qué es la diversidad y que se está apostando desde muchos lugares en solo poner diversidad en pantalla. Y yo desde mi lugar X ahora, no solo hablo de las historias que he hablado siempre, sino que, de repente, estoy hablando de los refugiados sirios, también de lo que es ser una persona con diversidad funcional y de lo que es ser neurodivergente. Esta manera de poner la diversidad en pantalla, además, sin tener conciencia de los sesgos inconscientes, sin deconstruir realmente ni lo qué es el capacitismo, ni lo qué es el colonialismo, ni lo qué es el racismo, ni cómo se articulan todas estas cosas, hace que se siga perpetuando toda una serie de estereotipos muy fuertes en pantalla. Hasta que, por ejemplo, en los equipos no haya personas que puedan aportar miradas más ricas a las historias y que se puedan explicar las historias desde diferentes puntos de vista, creo que la diversidad no cambiará realmente. Es una cuestión de equipos y de estructura, básicamente.

Esto no quiere decir que solo las personas que pertenecen a una identidad pueden hablar de esta identidad. Todo el mundo lo tiene que poder explicar todo, pero creo que hoy en día hemos tenido solo acceso a una manera de entender las realidades. Hasta que no tengamos acceso a entender las realidades desde otro punto de vista, una realidad que no es la mía, no tendremos herramientas para explicarla desde un punto de vista diferente, si nadie me ha explicado que existe este otro punto de vista.

 

También estás haciendo personalmente un proyecto en el programa de estudios independientes (PEI) del MACBA que está relacionado con el audiovisual.

Realmente ya lo he acabado. Sí que fui una de las personas seleccionadas para hacer esta última edición del PEI, y es verdad que aquí te seleccionan a partir de cuál es tu propuesta de investigación. La mía giraba básicamente alrededor de entender como la identidad de lo moro, y como todo este concepto y todo lo que engloba es representada o ha sido representada históricamente. Lo que pude hacer dentro del PEI fue una parte de un proyecto de investigación que a mí me gustaría hacer con más profundidad.

 

Hiciste un corto con Acció Curts de Dones Visuals en 2022. ¿También quieres dedicarte al audiovisual como directora? 

Tengo proyectos propios que me gustaría sacar adelante. Tengo un corto en desarrollo con Carla Sospedra y Alba Sotorra como productoras y estamos viendo si podemos levantar la financiación. Ahora obtuvimos una de las convocatorias de Media al desarrollo. Y la idea es que salga adelante, pero la realidad es que esto no es mi medio de vida. No me sustenta y me cuesta también mucho sacarlo adelante. Esto se tiene que sostener, que se tiene que trabajar muchísimo para vivir en Barcelona. Es decir, para sostener la precariedad, no solo de la industria, sino la precariedad general actual. Me encantaría tener muchos más proyectos personales y sacarlos adelante, porque tengo muchas ideas, pero realmente no me lo puedo permitir.

 

Y volviendo a tu trabajo como consultora, ¿has notado realmente que ha habido un aumento de las consultas desde los últimos años? ¿Notas que hay mucho más interés?

Sí, en mi caso individual, cada vez tengo más peticiones. También porque empiezan a haber personas que han tenido muy buena experiencia en este proceso. Siempre que aparecen nuevas figuras al principio genera mucho rechazo. Me acuerdo también al principio de las coordinadoras de intimidad, fue como: “ahora nos dirán cómo tenemos que grabar”. Había mucha tensión al principio, y decían: “nos harán hacer las cosas diferentes” y después cuando empiezan a haber casos de éxito, actrices y actores que explican que la comodidad y la tranquilidad con que te enfrentas es otra, cómo cambian los espacios, etc. Entonces se empieza a difundir esta sensación y esta buena experiencia. Con las personas que estamos haciendo este tipo de asesoría está empezando a pasar lo mismo. Nuestra industria en el fondo no es tan grande y cuando se empiezan a compartir estas buenas experiencias, realmente es cuando la gente empieza a apostar más por eso.

Foto © Cortesía de la Academia de Cine - Germán Caballero

Últimas notícias

5 películas rodadas en Barcelona premiadas en los Gaudí

El 47 y Polvo serán las que más galardones tienen