
Un film de 1950
Julio Salvador dirigió este film que es ya un clásico dentro del cine negro barcelonés. Producido por Emisora Films y con Conrado San Martín, Tomás Blanco, Casimiro Hurtado, Manuel de Juan y Elena Espejo como protagonistas. El film rodó en muchos exteriores de Barcelona como ronda Universitat, los desaparecidos Frontón y Atracciones Apolo, la sede de La Vanguardia, el edificio de Correos, la antigua plaza de Antonio López (ahora de Correos), Las Ramblas o vía Laietana. Repasamos todas las localizaciones de Apartado de correos 1001. Atención si no lo has visto, que hay espóileres.
Un joven llamado Rafael es asesinado en medio de la calle ante la Jefatura de Policía de Barcelona. Miguel y Marcial, de la Brigada Criminal, investigan el asesinato y encuentran, en la habitación del muerto, un ejemplar de La Vanguardia. En el diario ha marcado un anuncio solicitando un gerente para una empresa de productos químicos, pidiendo una gran fianza, y con la indicación de escribir para mayor información al apartado de Correos 1001. Con este descubrimiento empiezan unas difíciles investigaciones policiales que llevarán hasta la detención del asesino.
La película empieza con una introducción sobre el caso con una voz en off sobre imágenes de Barcelona. Vemos el Paseo de Gracia y Plaza Cataluña, la plaza de Francesc Macià, el Arco de Triunfo con coches pasando por debajo, la estatua de Colón y el tranvía pasando al lado, vía Laietana y la avenida Diagonal con su obelisco en medio de la plaza del Cinco de Oros. En la introducción nos explican que la película ha sido filmada en escenarios reales, las mismas plazas y calles donde ocurrió esta historia basada en hechos reales.
Un tren llega a la estación de Bellaterra y el cartero recoge el correo. Lleva una carta al joven Rafael Quintana (Carlos Muñoz) y su padre, que viven en una granja en Bellaterra. El joven parte hacia Barcelona a raíz de esta carta. Vemos a Rafael como baja en una parada de bus en la vía Laietana, delante del número 54. Cuando baja lo asesinan a tiros y empieza la investigación policial.
En la siguiente escena vemos a Miguel (Conrado San Martín) paseando por el pasillo de la jefatura superior de policía de la vía Laietana, número 43, está esperando que el Comisario y el inspector Marcial Velasco (Manuel de Juan) acaben su reunión. Será su primer caso de asesinato. El despacho del Comisario da a vía Laietana y se pueden ver los edificios del otro lado de la calle. Después interrogan a los testigos del asesinato.
La policía llama a la Cooperativa del taxi, puesto que los asesinos iban en uno de estos vehículos y vemos sus oficinas. Más tarde, interrogan al padre de la víctima que les da las llaves para ir a la granja en Bellaterra. Allí descubren la habitación de la víctima revuelta y el diario donde está el anuncio en La Vanguardia que los llevará al apartado de correos que da título al film. Posteriormente, visitan la sede de La Vanguardia (calle Pelai, 28) y revisan los archivos. Esta pista los lleva en la calle Castillejos, 243. Vemos como Miguel y Marcial, los dos policías, van en coche por la calle Castillejos hasta llegar al solar donde está esta dirección.
En otra escena, se ve un tranvía pasando ante el edificio de correos (plaza de Correos, en aquella época plaza de Antonio López) y también vemos la desaparecida estación de metro de Correos. Miguel espera fumando junto a la parada, mientras el inspector Velasco está dentro de la sede de correos esperando a ver quién abre el apartado de correos 1001. Vemos a un niño vendiendo diarios junto a Miguel que le dice “guapa” a una chica que pasa ante la parada, sube por las escalas del edificio y se mete en Correos. Miguel también se fija en ella porque le gusta. El inspector Velasco la ve sacar una carta del apartado. Ambos policías la siguen. Miguel a pie y el inspector en coche. Miguel sube al tranvía en el Paseo de Colón con ella, y el inspector circula a su lado en coche. Ella baja en La Rambla con la calle del Carme, se ve la Parroquia Virgen María de Belén al fondo. A la chica la vemos andando por La Rambla y está a punto de meter un sobre en el buzón de correos de La Rambla cuando los dos policías la detienen.
La mujer se llama Carmen (Elena Espejo) y vive a la pensión Untaunz que está en la plaza del Pi. Los policías la acompañan a su habitación para interrogarla. Ella es raquetista en el Frontón Cataluña. Dice que le pagan para recoger los sobres del apartado, meterlos en otro sobre y tirarlos al buzón de La Rambla, pero que no sabe nada más.
Volvemos a ver la fachada del edificio de Correos con el tráfico pasando: coches, buses y tranvía. Los dos policías hablan con el jefe de correos en su despacho. Más tarde, Carmen pasea por La Rambla hasta el buzón y echa dentro un sobre. El cartero baja del coche y recoge las cartas en una saca. El coche llega a la entrada trasera de Correos y lleva las sacas a clasificación. Vemos el proceso entero de clasificación dentro del edificio, hasta que averiguan donde va a parar la carta. Los dos policías y el jefe de Correos ven a la persona responsable, Antonio Benítez (Tomás Blanco). Uno de los agentes lo sigue cuando sale por la puerta de trabajadores y el otro va a su casa, vive en el Hotel Jardín en la plaza de Sant Josep Oriol.
Miguel, que sigue al sospechoso, anda detrás de él mientras este sube por la Rambla hasta que se para a tomar una cerveza en un bar/quiosco. Este era el bar Canaletas que estaba situado al principio de La Rambla y ofrecía también agua de la misma fuente. Allí Antonio abre el sobre y va inmediatamente a ver a Carmen. Después vuelve al hotel donde se encuentra con otro cómplice.
Se ve un plano de un edificio grande con una cúpula y una estatua en una plaza. Este edificio es el edificio de Telefónica en plaza Cataluña, 16. Allí Antonio pone una conferencia. El inspector finge que también hace una a su lado para escuchar la conversación. Antonio ha quedado con Julián a las 10 h el día siguiente, Julián es su jefe y cómplice. Han quedado en el Banco Zaragozano (Ronda Universitat, 22), ahora ya desaparecido (el edificio está ocupado por unas oficinas de Adeslas). La policía está esperándolo allí.
Más tarde, cuando lo han detenido, explica lo que pasó. Vemos de nuevo el Paseo de Colón y el tranvía pasando. Allí va el joven Rafael a las supuestas oficinas de la compañía para la cual trabajará, en realidad es un fraude y no existe. Los policías finalmente descubren la guarida de los asesinos. Está en una torre en la calle Bonaplata, 60. Evidentemente, esta torre ya no existe y son pisos en la actualidad. Se ve como el inspector Velasco, Miguel y dos policías más suben a dos coches policiales en la entrada de la jefatura en vía Laietana. Van a la torre y encuentran el taxi aparcado en la puerta y al taxista, Pascual González “El miradas” (Casimiro Hurtado) que les explica lo que pasó.
Julián lo citó en el Paseo de Colón, lo vemos parado ante la puerta de las oficinas con el taxi. Ve cómo el joven Rafael sale por la puerta, va corriendo por una plaza y sube a un bus ante un edificio y una estatua. Este edificio es la Llotja de Mar (paseo de Isabel II, 1) junto al edificio de Correos. Julián sube al taxi con el taxista y le siguen hasta que baja en la parada de bus de vía Laietana y le disparan. Más tarde vemos como llega una ambulancia de la Cruz Roja a la puerta de la torre de la calle Bonaplata. Allí encuentran una fotografía incompleta y los policías visitan al fotógrafo que la hizo, está en la calle Caspe, 80 según dicen. Por la ventana se ve la torre de la Catedral de Barcelona.
Al final de la película vemos como Carmen juega en el Frontón Cataluña que está situado en el Parque de atracciones Apolo que estaba en Nou de la Rambla, 113. Allí actualmente está la sala de conciertos Apolo. Vemos la entrada, el interior del parque, del Frontón y una de las atracciones con escaleras, espejos y obstáculos donde se produce la persecución final entre los dos policías y el asesino.